martes, 17 de mayo de 2011

¡Ups! Lo hice otra vez…


Esto no es spam, es pan… nuestro de cada semana

El Ancla como un ave fénix nace reinventada, renovada, vuelve al mundo con el mismo espíritu, pero rejuvenecido. Porque estos últimos meses en los que nuestras biromes yacían en el tintero, El Ancla estaba renaciendo, creciendo y buscando aquello que la hace ser.

Hoy estamos de regreso. De vuelta, pero no somos los mismos. El papel, las palabras en el papel, ésas que nos parieron y nos criaron, nos enseñan otra forma de hacer esto que intentamos: periodismo universitario. Esto que entendemos como la construcción de otra voz, la de los estudiantes que caminan y viven esta Escuela de Ciencias de la Información, esta Universidad Nacional de Córdoba, este país, nuestra Argentina. Esa Revista que tanto queremos -y que creemos y esperamos ustedes también- hoy nos permite ver que las condiciones han cambiado, que la realidad que nos rodea se está transformando. Todo eso que está a nuestro alrededor está en construcción, y necesitamos otra forma de estar comunicados, discutiendo, haciendo. Así, nace el blog. El blog de El Ancla, la Revista del Centro de los Estudiantes –que mientras se gesta- se lo presentamos, se lo convidamos…

El Ancla, elaborada como un sánguche, de ésos bien gordos e interminables, que se convidan entre varios, de esos que van de boca en boca. Y particularmente, como esos sánguches que uno come en los momentos en los que el hambre –o la gula- no dan más. Es de ésos que nos gusta comer cuando la panza habla, gruñe o se queja. Y lo estamos preparando…

Estamos construyendo un Ancla para ustedes, para nosotros, porque apuntamos a formarnos críticamente como estudiantes, como periodistas, como comunicadores, como argentinos. Para que en un futuro, nuestra relación con la sociedad sea cada vez más clara, más firme, que construya lo nuestro, desde lo propio, lo que nos identifica. Queremos dar una vuelta de rosca, transformar el imaginario colectivo, disputar desde el periodismo, desde la cultura. Construir juntos ese país, esa universidad, esa escuela donde todos nos encontremos, digamos y hagamos.

En un 2011 de elecciones, de proyectos y deseos, El Ancla viene a tirar una soga. A llenar espacios, a despejar y generar dudas, cuestionamientos. A disparar el debate, a crear un espacio de formación, información y crítica. A poner una de cal y una de arena.

Estamos para que nos mastiquen, nos digieran, nos asimilen.

No nos dormimos al futuro, no estancaremos nuestro barco. Queremos que las anclas que arrojemos al mar, agiten siempre aguas profundas.

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